En el municipo de Barbadelo, que se encuentra de paso en nuestra ruta, podemos visitar la Iglesia de Santiago, una manifestación de arquitectura románica que data de la segunda mitad del siglo XII.
La Iglesia
de Santiago está levantada sobre el lugar donde estuvo situada la iglesia del
antiguo cenobio dúplice. Este templo estaría compuesto de una sola nave y
ábside cuadrado que sería reformado en el siglo XVIII, en el Norte tendría
adosado una sacristía rectangular.
Del románico sólo quedaría la nave ya que su
lienzo meridional también ha sufrido modificaciones. La portada occidental
destacaría sobre las demás, presentarían
dos arquivoltas de medio punto, separadas entre sí por una moldura
salpicada de bolas, que apoyan sobre columnas con capiteles historiados y cuyo
tímpano aparece decorado con una figura antropomorfa que muestra los brazos
extendidos, representando así al Salvador, bajo la cual se dispone la cara de
un animal de cuya boca surgen roleos entrelazados. Hacia el interior del
templo, el tímpano muestra una decoración semejante.
Siguiendo nuestro camino hacia Palas del Rey, podemos deternos en el siguiente paso, Portomarín, donde tenemos otro ejemplo de arquitectura románica. Se trata de la Iglesia de San Juan o San Nicolás, construida entre el siglo XII y XIII.
Esta Iglesia
levantada con el nombre de San Nicolás, se realizó bajo la gran influencia del
Maestro Mateo y perteneció a la orden de San Juan de Jerusalén.
Se trata de un templo de una nave de cinco
tramos, el más próximo a la cabecera está cubierto con bóveda de crucería y el
resto lo está con bóveda de cañón apuntada. Los distintos tramos estaban
separados por arcos fajones que descansan en columnas entregas.
El ábside, semicircular, se cubre con cuarto de esfera, mientras que el tramo recto que lo precede lleva bóveda de cañón. La iglesia recibe su iluminación a través de dos rosetones, uno en la fachada occidental y otro sobre el arco que da acceso al ábside y mediante ventanas abiertas en cada uno de los tramos de la nave y en el ábside.
Del exterior de la iglesia destaca su aspecto
de fortaleza, justificado por su situación estratégica junto al río Miño y por estar
destinado a ser castillo de la Orden de San Juan al mismo tiempo que su
iglesia. Así, presenta una torre en cada uno de los ángulos de la nave,
comunicadas entre sí mediante un paseo de ronda que circunda el perímetro de la
nave y que, al igual que las torres, lleva un remate almenado. El carácter
sólido y severo de las líneas arquitectónicas contrasta con la riqueza
decorativa de sus tres potadas.
Al final de la jornada, una vez en Palas del Rey, podremos visitar la Iglesia de San Tirso, contrucción románica del siglo XII-XIII.
La población
de Palas del Rey se ha pretendido datar su orígenes en el reinado de Witiza, pero lo
cierto es que ya aparecía documentada en época de Alfonso III, ya que en el 897
la iglesia de San Tirso fue donada a la catedral de Lugo. Su nombre provendría de Pallatium Regis, es decir,
‘Palacio del Rey’. A principios del siglo XII era un próspero burgo situado
junto al Camino de Santiago, citado en la Guía del Peregrino como final
de la duodécima etapa, aunque en el Libro I del Codex Calixtinus se previene
a los peregrinos de las prostitutas que salían a su encuentro entre Portomarín y esta
villa.
De la primitiva iglesia de San Tirso se
conserva únicamente la portada románica de su fachada occidental, muy sencilla,
construida a finales del siglo XII o principios del XIII. Tiene ésta una
sencilla pero armónica estructura abocinada con arquivoltas de medio punto con
perfil de baquetón y escocía alternantes más guardapolvos ajedrezado. Los dos
pares de columnas están formados por capiteles de hojas voluminosas y un
tímpano liso completaría la puerta. Aunque estos tímpanos aparecen sin
figuración, en su origen estarían pintados con escenas religiosas, normalmente
con el Regreso de Cristo en el Juicio Final (Pantocrator, Evangelistas, Ancianos...).
La décima jornada es la última etapa del camino, pues va desde Palas del Rey a Santiago de Compostela, meta final de nuestra peregrinación.
Durante esta etapa, n la localidad de Mellid, podremos visitar la Iglesia de Santa María, templo románico del siglo XII, la cual se encuentra al borde del Camino de Santiago, cerca ya de
Santiago de Compostela.
Templo románico de una sola nave rectangular
con armadura de madera y ábside semicircular precedido de tramo recto, cubierto
éste con bóveda de cañón y aquél con bóveda de horno. Por el exterior destaca
la rica decoración de sus portadas. La occidental, está formada por tres
arquivoltas que cobijan un tímpano liso. Estas arquivoltas, molduradas con
baquetones y motivos geométricos, más una chambrana de billetes, descansan
sobre columnas acodilladas de capiteles vegetales e historiados. La meridional,
también con tímpano liso, lleva dos arquivoltas de baquetón, arquitos, billetes
y capiteles semejantes a los anteriores. Está flanqueada por dos lucillos de
arco apuntado, en uno de los cuales fue enterrado el clérigo Alonso Peres en 1350.
En el interior destacan el primitivo altar
románico (con decoración de arquillos en su frontal), los restos de una reja
del mismo estilo y unas pinturas murales en la
cabecera.