Los primeros
documentos que nos hablan de esta iglesia, que constituye uno de los primeros
templos del denominado arte románico-mudéjar, datan de 1123. El románico
mudéjar, estilo que sigue este templo, se caracteriza por sustituir la piedra y
la escultura monumental, por la construcción en ladrillo como así fueron
edificados los dos ábsides laterales y cuya decoración se invierte con respecto
al ensayado en el central. Una majestuosa torre de planta rectangular se alza
sobre el tramo presbiterial y sobre su
primer cuerpo troncopiramidal se alzan
otros tres más con arquerías, teniendo los dos inferiores, columnas pétreas
como apoyos.
Tras ello continuamos y nos metimos dentro de la sexta jornada, de León a Rabanal del Camino, por ello en León nos encontramos con otra manifestación importante del románico realizdo en el s. XI - XII, la Basílica de San Isidoro. Se trata de
uno de los mayores exponentes del románico en el noroeste peninsular. Comenzó a
construirlo Alfonso V(999-1027) y lo continuaron sus sucesores.
El templo
tiene tres naves y cabecera de tres ábsides semicirculares. Las bóvedas son de
aristas para las naves laterales y la nave central está cubierta con bóveda de
cañón. La nave central consta de una gran arquería de arcos de medio punto
peraltados y sobre ella, una serie de ventanas enmarcadas por molduras de
motivo ajedrezado. Dos grandes arcos comunican con los brazos del crucero y
consta de un exótico intradós polilobulado, de influencia hispanomusulmana.
A los pies
de la basílica se encuentra el Panteón Real, cementerio regio de la dinastía y
donde hay enterrados más de una veintena de reyes. A estas dependencias sólo
puede acceder desde el interior del templo y a través de la portada del Cordero
y la portada del Perón, ambas de inicios del siglo XII.
También en León nos encontramos con un conjunto pictórico del Panteón Real de la Basilica de San Isidoro cuyo estilo románico es singular, es un fresco del s. XII denominado “la Capilla Sixtina del Arte Románico”.
Existen discrepancias a la hora de datarlo, pero se suele fechar durante el
reinado de Fernando II, en la segunda mitad del siglo XII.
Se trata de un conjunto pictórico de temática religiosa, en el que se representa la Anunciación a los pastores, la visión apocalíptica de Cristo glorificado entre las siete iglesias de Asia, el Pantócrator, la Degollación de los inocentes, la Última Cena, el Prendimiento y la Negación de Pedro.
Se trata de un conjunto pictórico de temática religiosa, en el que se representa la Anunciación a los pastores, la visión apocalíptica de Cristo glorificado entre las siete iglesias de Asia, el Pantócrator, la Degollación de los inocentes, la Última Cena, el Prendimiento y la Negación de Pedro.
En los arcos
se representa el calendario agrícola, así como ángeles, profetas y santos. En
el muro sur están representados la Anunciación, la Visitación, la Natividad y
la Epifanía. En el muro oriental aparece una Crucifixión con los donantes, el
rey (probablemente Fernando I) y la reina Sancha.
El conjunto
es de gran colorismo, con fondo blanco y tiene clara influencia bizantina. En
cuanto a su autoría, se ha vinculado con el arte francés, pero otra teoría
sostiene que esta pintura constituyó el culmen de una escuela leonesa de
antecedentes perdidos.
Iniciamos nuestra séptima jornada del Camino francés, que nos llevará desde Rabanal del Camino (en León), a Villafranca del Bierzo, también en la provincia de León.
En Rabanal del Camino podemos encontrar un bello ejemplo de la arquiectura románica, como es la Iglesia de la Asunción, que data de finales del siglo XII. Esta construcción se trata de un templo que a partir de 1287 perteneció la Orden del Templo y consta de una sola nave, dividida en dos tramos, con cabecera semicircular, el cual es considerado el único elemento puramente románico. Está recubierta de bóveda de cañón partida por varios arcos fajones.
Iniciamos nuestra séptima jornada del Camino francés, que nos llevará desde Rabanal del Camino (en León), a Villafranca del Bierzo, también en la provincia de León.
En Rabanal del Camino podemos encontrar un bello ejemplo de la arquiectura románica, como es la Iglesia de la Asunción, que data de finales del siglo XII. Esta construcción se trata de un templo que a partir de 1287 perteneció la Orden del Templo y consta de una sola nave, dividida en dos tramos, con cabecera semicircular, el cual es considerado el único elemento puramente románico. Está recubierta de bóveda de cañón partida por varios arcos fajones.
Una vez en Villafranca del Bierzo, podremos visitar otro templo románico, del siglo XII, como es su Iglesia de San Juan. Esta iglesia era una de las cuatro parroquias de la villa y está situada a las afueras de la localidad. Se trata de un edificio compuesto por una sola nave y cubierto con techumbre de madera. La cabecera está abovedada y un arco la separa del resto de la nave. Tiene dos puertas románicas, una muy sencilla, situada al norte y otra al sur, formada por alquivoltas sin decoración y capiteles adornados con hojas de acanto.
La octava jornada transcurre desde Villafranca del Bierzo a Triacastela (Lugo). En esta localidad lucense, se encuentra uno de los más bellos exponentes del arte románico de la segunda mitad del siglo XII, que se encuenntra en la Capilla del Santo milagro, de la Iglesia de Santa María la Real de "El Cerebro". Se trata del Cáliz del Milagro de O Cebreiro.
O´Cebreiro ya era
conocido por los romanos como la vía natural de acceso a Galicia y, tras el
descubrimiento de la tumba de Santiago en Compostela, se convirtió en paso
obligado de
miles de peregrinos, por ello se estableció junto a la Iglesia prerrománica de
Santa María la Real un hospital – albergue.
El Cáliz del milagro de O Cebreiro se
encuentra en el ábside meridional de la Iglesia, se trataría de un cáliz
románico, realizado en plata, en su color y sobredorada, y fechado durante la
segunda mitad del siglo XII. Estaría formado por una copa ancha semiesférica y
decorada con formas vegetales incisas, también
contiene una inscripción que rodea la boca del cáliz: «HOC SACRATUR QUO CUNTIS VITA PARABATUR». El nudo
estaría compuesta por follajes y motivos arquitectónicos. Con respecto al pie
podemos ver que se repite la ornamentación de la parte de la copa y también
tendría una inscripción escrita: «IN NOMINE NOSTRI IHESU CHRISTI ET BEATE MARIE VIRGINE».
Este Cáliz contiene una de las leyendas más
importantes del camino, ya que se le va a llegar a comparar con el cáliz del
Santo Grial, según dice la leyenda en el siglo XIV, un campesino de un pueblo
cercano a O Cebreiro subió a oír
misa un día de intensa nevada. El monje del monasterio no apreció el sacrificio
del labriego, más bien le importunó su llegada ya por él tendría que demorar el
final de la misa. Y justo en el momento en el que el oficiante estaba en la
Consagración y mientras exclamaba para sus
adentros:
“¡el día no merece tamaño sacrificio para ver un simple pedazo de pan y un poco
de vino!-, la hostia se convirtió en carne y el vino en sangre. El milagro fue
ampliamente difundido por los peregrinos llegando a inspirar a Wagner para
escribir su Parsifal.