Caminante son tus huellas el camino y nada más;
Caminante, no hay camino se hace camino al andar

Al andar se hace camino y al volver la vista atrás
Se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar
Caminante no hay camino sino estelas en la mar...

A. Machado

jornada 5 - 8

         Continuando por nuestro camino dentro de la comunidad autónoma de Castilla y León nos encontramos en la quinta jornada de Sahagún - León, por ello acudimos a la Igleaia de San Tirso de Sahagún, dentro de la provincia de León, cuyo estilo era Mudéjar - románico, un ejemplo de la mezcla de culturas y estilos que caracteriza a nuestra península realizada en el s. XII.

         Los primeros documentos que nos hablan de esta iglesia, que constituye uno de los primeros templos del denominado arte románico-mudéjar, datan de 1123. El románico mudéjar, estilo que sigue este templo, se caracteriza por sustituir la piedra y la escultura monumental, por la construcción en ladrillo como así fueron edificados los dos ábsides laterales y cuya decoración se invierte con respecto al ensayado en el central. Una majestuosa torre de planta rectangular se alza sobre el tramo presbiterial y sobre su primer cuerpo troncopiramidal se alzan otros tres más con arquerías, teniendo los dos inferiores, columnas pétreas como apoyos. 
       Tras ello continuamos y nos metimos dentro de la sexta jornada, de León a Rabanal del Camino, por ello en León nos encontramos con otra manifestación importante del románico realizdo en el s. XI - XII, la Basílica de San Isidoro. Se trata de uno de los mayores exponentes del románico en el noroeste peninsular. Comenzó a construirlo Alfonso V(999-1027) y lo continuaron sus sucesores.
       El templo tiene tres naves y cabecera de tres ábsides semicirculares. Las bóvedas son de aristas para las naves laterales y la nave central está cubierta con bóveda de cañón. La nave central consta de una gran arquería de arcos de medio punto peraltados y sobre ella, una serie de ventanas enmarcadas por molduras de motivo ajedrezado. Dos grandes arcos comunican con los brazos del crucero y consta de un exótico intradós polilobulado, de influencia hispanomusulmana.
A los pies de la basílica se encuentra el Panteón Real, cementerio regio de la dinastía y donde hay enterrados más de una veintena de reyes. A estas dependencias sólo puede acceder desde el interior del templo y a través de la portada del Cordero y la portada del Perón, ambas de inicios del siglo XII. 

        También en León nos encontramos con un conjunto pictórico del Panteón Real de la Basilica de San Isidoro cuyo estilo románico es singular, es un fresco del s. XII denominado la Capilla Sixtina del Arte Románico”. Existen discrepancias a la hora de datarlo, pero se suele fechar durante el reinado de Fernando II, en la segunda mitad del siglo XII.
         Se trata de un conjunto pictórico de temática religiosa, en el que se representa la Anunciación a los pastores, la visión apocalíptica de Cristo glorificado entre las siete iglesias de Asia, el
Pantócrator, la Degollación de los inocentes, la Última Cena, el Prendimiento y la Negación de Pedro.
En los arcos se representa el calendario agrícola, así como ángeles, profetas y santos. En el muro sur están representados la Anunciación, la Visitación, la Natividad y la Epifanía. En el muro oriental aparece una Crucifixión con los donantes, el rey (probablemente Fernando I) y la reina Sancha.
El conjunto es de gran colorismo, con fondo blanco y tiene clara influencia bizantina. En cuanto a su autoría, se ha vinculado con el arte francés, pero otra teoría sostiene que esta pintura constituyó el culmen de una escuela leonesa de antecedentes perdidos. 


Iniciamos nuestra séptima jornada del Camino francés, que nos llevará desde Rabanal del Camino (en León), a Villafranca del Bierzo, también en la provincia de León. 


En Rabanal del Camino podemos encontrar un bello ejemplo de la arquiectura románica, como es la Iglesia de la Asunción, que data de finales del siglo XII. Esta construcción se trata de un templo que a partir de 1287 perteneció la Orden del Templo y consta de una sola nave, dividida en dos tramos, con cabecera semicircular, el cual es considerado el único elemento puramente románico. Está recubierta de bóveda de cañón partida por varios arcos fajones.




Una vez en Villafranca del Bierzo, podremos visitar otro templo románico, del siglo XII, como es su Iglesia de San Juan. Esta iglesia era una de las cuatro parroquias de la villa y está situada a las afueras de la localidad. Se trata de un edificio compuesto por una sola nave y cubierto con techumbre de madera. La cabecera está abovedada y un arco la separa del resto de la nave. Tiene dos puertas románicas, una muy sencilla, situada al norte y otra al sur, formada por alquivoltas sin decoración y capiteles adornados con hojas de acanto. 

La octava jornada transcurre desde Villafranca del Bierzo a Triacastela (Lugo). En esta localidad lucense, se encuentra uno de los más bellos exponentes del arte románico de la segunda mitad del siglo XII, que se encuenntra en la Capilla del Santo milagro, de la Iglesia de Santa María la Real de "El Cerebro". Se trata del Cáliz del Milagro de O Cebreiro. 
 
O´Cebreiro ya era conocido por los romanos como la vía natural de acceso a Galicia y, tras el descubrimiento de la tumba de Santiago en Compostela, se convirtió en paso
obligado de miles de peregrinos, por ello se estableció junto a la Iglesia prerrománica de Santa María la Real un hospital – albergue.
  El Cáliz del milagro de O Cebreiro se encuentra en el ábside meridional de la Iglesia, se trataría de un cáliz románico, realizado en plata, en su color y sobredorada, y fechado durante la segunda mitad del siglo XII. Estaría formado por una copa ancha semiesférica y decorada con formas vegetales incisas, también contiene una inscripción que rodea la boca del cáliz: «HOC SACRATUR QUO CUNTIS VITA PARABATUR». El nudo estaría compuesta por follajes y motivos arquitectónicos. Con respecto al pie podemos ver que se repite la ornamentación de la parte de la copa y también tendría una inscripción escrita: «IN NOMINE NOSTRI IHESU CHRISTI ET BEATE MARIE VIRGINE».
  Este Cáliz contiene una de las leyendas más importantes del camino, ya que se le va a llegar a comparar con el cáliz del Santo Grial, según dice la leyenda en el siglo XIV, un campesino de un pueblo cercano a O Cebreiro subió a oír misa un día de intensa nevada. El monje del monasterio no apreció el sacrificio del labriego, más bien le importunó su llegada ya por él tendría que demorar el final de la misa. Y justo en el momento en el que el oficiante estaba en la Consagración y mientras exclamaba para sus
adentros: “¡el día no merece tamaño sacrificio para ver un simple pedazo de pan y un poco de vino!-, la hostia se convirtió en carne y el vino en sangre. El milagro fue ampliamente difundido por los peregrinos llegando a inspirar a Wagner para escribir su Parsifal.