Este templo es el único resquicio que nos queda de un importante conjunto monástico que llegó a pertenecer a la orden cluniacense, y pese a su sencillez, constituye uno de los más importantes edificios románicos de la península ibérica. Consta de una tipología basilical, de tres naves, con sendos ábsides semicirculares y transepto no destacado en planta). Pero si en algo destaca el edificio es por la equilibrada y armónica disposición de sus volúmenes, que embellecen el exterior, mediante amplios vanos de medio punto en la cabecera. Asimismo, en los ángulos de la fachada occidental se erigen dos torres cilíndricas y el cimborrio octogonal, que desvirtúan la horizontalidad de la iglesia. En el interior, las naves van recubiertas con bóvedas de cañón (de eje normal al templo) y con arcos fajones. El crucero se cubrió mediante una cúpula semiesférica sobre trompas, en las que en se introdujeron esculturas con los cuatro evangelistas.
En cuanto a decoración escultórica también encontramos un importante programa decorativo, presentando una de las mejores colecciones de capiteles historiados del románico, destacan con tener lazos directos con la antigüedad clásica.
Siguiendo nuestro camino, paramos en Palencia, donde en la Iglesia de San Marín, que es el Museo de la ciudad, podremos maravillarnos observando el Capitel de Orestíada. Se trata de un capitel tallado en piedra, de estilo románico con tradicion clásica.Diapositiva 4
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Siguiendo nuestro camino, paramos en Palencia, donde en la Iglesia de San Marín, que es el Museo de la ciudad, podremos maravillarnos observando el Capitel de Orestíada. Se trata de un capitel tallado en piedra, de estilo románico con tradicion clásica.
Este famoso capitel se encontraba ubicado en el lado derecho del arco del ábside mayor de la iglesia. Lamentablemente, algunas figuras fueron destruidas durante la restauración. A comienzos de siglo se insinuó que el taller que confeccionó este ejemplar pudo inspirarse en sarcófagos antiguos, y parece ser que así fue al confirmarse la hipótesis, encontrando la fuente directa de inspiración, un sepulcro tardorromano (siglo II d.C.) localizado en la colegiata de Santa María de Husillos, a 25 kilómetros de Frómista. En este sepulcro se recreaba el tema clásico de la Orestíada. Pese a que el escultor no captó la temática ni entendió su significado, hizo una recreación libre y equilibrada, con una voluntad de recrearse en la reproducción de la anatomía de los desnudos. Esta dirección clásica del autor que trabajó en Frómista coincide con las esculturas de la parte oriental de la catedral de, lo que ha hecho especular con la posibilidad de que se tratara de un mismo taller itinerante.
La cuarta etapa discurre entre Fromista y Sahagún. Podemos hacer una parada en Carrión de los Condes, para visitar la Iglesia de Santa María del Camino, ejemplo de arquitectura románica del siglo XII.
Se trata de un templo de planta basilical sin transepto, resaltado con tres naves y cabecera triple. La bóveda central es de época moderna, pero se conservan las bóvedas originales en las naves laterales, de cuarto de cañón. A causa del desplome causado por las bóvedas hubo que colocarle una serie de contrafuertes en la fachada meridional, destruyendo la fachada del mediodía parcialmente. Finalmente, en siglo XVII se le derribó el ábside mayor para construir una capilla de mayor tamaño, añadiendo también una sacristía.
La portada sur o del mediodía es la parte más interesante por su decoración, se trata de un arco de medio punto con columnas a cada lado y capiteles historiados. En su parte superior se representa la matanza de los inocentes aunque en la tradición popular recordaba un episodio con los musulmanes, el conocido altercado del tributo de las doncellas y cómo una manada de toros agredió a los musulmanes. La otra portada, la occidental, se encuentra muy deteriorada y al ser de dimensiones modestas tenía un papel secundario.
En el mismo pueblo también pudimos admirar una portada románica del monasterio de San Zoilo construido en el s. XII.
La portada sur o del mediodía es la parte más interesante por su decoración, se trata de un arco de medio punto con columnas a cada lado y capiteles historiados. En su parte superior se representa la matanza de los inocentes aunque en la tradición popular recordaba un episodio con los musulmanes, el conocido altercado del tributo de las doncellas y cómo una manada de toros agredió a los musulmanes. La otra portada, la occidental, se encuentra muy deteriorada y al ser de dimensiones modestas tenía un papel secundario.
En el mismo pueblo también pudimos admirar una portada románica del monasterio de San Zoilo construido en el s. XII.
Esta portada románica aparecería con motivo de unas obras de
acondicionamiento en 1993 y aunque no es la portada principal, si se trata de
una obra importante dentro del románico de la comarca de la Tierra de Campos,
ya que dicho monasterio gozó de gran poder en la comarca Se articula mediante
dos columnas acodilladas en cada una de las jambas y arquivoltas, que alternan
la rosca plana con gruesos boceles. En la zona superior, centrando la
composición, se observan cabezas de leones (símbolo de Cristo) y, a ambos
lados, amplias volutas anudadas. Destaca el capitel izquierdo con
representaciones escultóricas de amplios y carnosos rostros ovalados, con
cierta tendencia al prognatismo y ausencia de pupila en los ojos. Se trata,
quizá, del capitel más sorprendente del conjunto, tanto por su composición como
por su acusado tratamiento de bulto. El resto de capiteles trata escenas
bíblicas variadas o incluso cotidianas en la vida castellana como nos muestra
el capitel exterior derecho.
Ya para terminar estas dos etapas de nuestro periplo nos encontramos con dos sepulcros góticos de Santa María de Villalcázar de Sirga, que se encuentra en el pueblo de Villalcázar de Sirga en Palencia. Estos sepulcros fueron realizados en el último tercio del s. XIII procedentes de la Iglesia de Santa María y realizados mediante la técnica de la talla.
Se trata de uno de los atractivos de esta
iglesia gótica tan característica, merecen especial mención no sólo por su
riqueza decorativa y calidad, sino también por conservar buena parte de su
policromía original. En la tapa de ambos, se representa a los yacentes
ricamente ataviados bajo un marco arquitectónico. Don Felipe, con una pierna
cruzada, sujeta en sus manos una gran espada o mandoble junto a un halcón,
símbolos del alto rango del personaje, seguramente de estamento
nobiliario.
En los cuatro frentes de los sarcófagos se
escenifican a modo de teatro las diferentes etapas que rodean a la muerte y el
sepelio: traslado del difunto, exequias, cortejo fúnebre a pie y a caballo de
grandes personajes, clérigos y plañideras, en medio del vulgo que, entre
llantos, se mesa los cabellos...etc. Es una extraordinaria representación para
conocer la ritualidad de la muerte medieval. A modo de
detalle, cabe señalar, a los pies del sepulcro de don Felipe, la participación
en el cortejo fúnebre de su caballo, sin jinete y con escudo invertido.